
Sin importar el tamaño o el giro, toda empresa debe tener claro qué es y hacia dónde va. El éxito de muchos emprendimientos radica en la claridad de su filosofía, a partir de la cual se pueden tomar las decisiones que le den personalidad y sentido al trabajo diario.
Si estás por emprender o quieres revisar la filosofía actual de tu negocio, inicia respondiendo las siguientes preguntas: ¿cuál es su razón de ser?, ¿cuál es su esencia y cuál queremos que sea? (misión), ¿cómo deberíamos ser en el futuro? (visión), y ¿cómo llegaremos a ser lo que queremos ser? (objetivos).
La misión es única para cada empresa, busca expresar su identidad, por ello la importancia de que sea conocida por todos sus integrantes, así como su campo de actividad, es decir, qué vende y a quién.
La visión incorpora la percepción actual de la empresa en el futuro y la idea de triunfo y se convierte en una referencia y motivación de los cambios a realizar para alcanzar metas, las cuales deben ser realistas. Debe ser estable en el tiempo, con un horizonte temporal de no menos de una década.
Tanto la misión como la visión cobran sentido a través de los objetivos, los cuales son retos empresariales a corto y largo plazo que en su conjunto nos ayudan a llegar al lugar en el futuro que queremos alcanzar. Navas y Guerras (2012) señalan que los objetivos pueden clasificarse según su naturaleza, horizonte temporal, grado de concreción, alcance y nivel estratégico, como se muestra a continuación:
Los objetivos deben ser complementarios independientemente de su tipo y para su definición deben considerar lo siguientes criterios: ser medibles, específicos, alcanzables, realistas, desafiantes y fijados en un tiempo definido.
Con el propósito de simplificarte el proceso para definir la filosofía de tu emprendimiento, te compartimos algunos ejemplos de objetivos:
- Ofrecer un menú de al menos diez platos y bebidas inspirados en la cultura veracruzana, en un espacio ubicado en la ciudad de Xalapa, donde nuestros clientes reciban un servicio con atención y calidez que se vea reflejado en las calificaciones que emitan en nuestras redes sociales.
- Incrementar en 10 % el posicionamiento de la marca con nuestro mercado meta en Xalapa en 2021.
- Grabar un disco de ocho temas con música, mezcla del sonido y la energía de tres músicos que buscan hacer vibrar, bailar y disfrutar, para lograr que en un año Jazz Trío se coloque en el gusto de personas con características de su mercado meta, en por lo menos cuatro estados del país, Puebla, Guadalajara, CDMX y Monterrey.
- Incrementar el tráfico de clientes en un 20 % en la sucursal del puerto de Veracruz durante la tarde y la noche.

Como podrás notar, los puntos de partida de cada objetivo pueden ser muy diferentes entre sí, dependerá de la fase, contexto y situación económica, fiscal y de posicionamiento en la que se encuentre tu emprendimiento.
Al redactar la filosofía de tu empresa, puede surgir la pregunta de cuántos objetivos deben plantearse. Mientras que la misión y la visión son únicas, los objetivos varían. Usualmente hay un objetivo general del que se derivan entre tres y cinco específicos. Es importante mencionar que, independientemente del número, puedan ser realizados, de otro modo dejarían de cumplir con dos de sus características esenciales: realistas y motivantes.
Después de definir la filosofía, es imprescindible darla a conocer al equipo de la empresa y, sobre todo, mantenerla a la mano para consultar y considerar en las decisiones de cada día.
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Sin importar el tamaño o el giro, toda empresa debe tener claro qué es y hacia dónde va. El éxito de muchos emprendimientos radica en la claridad de su filosofía, a partir de la cual se pueden tomar las decisiones que le den personalidad y sentido al trabajo diario.
Si estás por emprender o quieres revisar la filosofía actual de tu negocio, inicia respondiendo las siguientes preguntas: ¿cuál es su razón de ser?, ¿cuál es su esencia y cuál queremos que sea? (misión), ¿cómo deberíamos ser en el futuro? (visión), y ¿cómo llegaremos a ser lo que queremos ser? (objetivos).
La misión es única para cada empresa, busca expresar su identidad, por ello la importancia de que sea conocida por todos sus integrantes, así como su campo de actividad, es decir, qué vende y a quién.
La visión incorpora la percepción actual de la empresa en el futuro y la idea de triunfo y se convierte en una referencia y motivación de los cambios a realizar para alcanzar metas, las cuales deben ser realistas. Debe ser estable en el tiempo, con un horizonte temporal de no menos de una década.
Tanto la misión como la visión cobran sentido a través de los objetivos, los cuales son retos empresariales a corto y largo plazo que en su conjunto nos ayudan a llegar al lugar en el futuro que queremos alcanzar. Navas y Guerras (2012) señalan que los objetivos pueden clasificarse según su naturaleza, horizonte temporal, grado de concreción, alcance y nivel estratégico, como se muestra a continuación:
- Financieros
- Estratégicos
- Corto plazo
- Largo plazo
- Abiertos
- Cerrados
- Ambiciosos
- Imposibles
- Corporativo
- Competitivo
- Funcional
Los objetivos deben ser complementarios independientemente de su tipo y para su definición deben considerar lo siguientes criterios: ser medibles, específicos, alcanzables, realistas, desafiantes y fijados en un tiempo definido.
Con el propósito de simplificarte el proceso para definir la filosofía de tu emprendimiento, te compartimos algunos ejemplos de objetivos:
- Ofrecer un menú de al menos diez platos y bebidas inspirados en la cultura veracruzana, en un espacio ubicado en la ciudad de Xalapa, donde nuestros clientes reciban un servicio con atención y calidez que se vea reflejado en las calificaciones que emitan en nuestras redes sociales.
- Incrementar en 10 % el posicionamiento de la marca con nuestro mercado meta en Xalapa en 2021.
- Grabar un disco de ocho temas con música, mezcla del sonido y la energía de tres músicos que buscan hacer vibrar, bailar y disfrutar, para lograr que en un año Jazz Trío se coloque en el gusto de personas con características de su mercado meta, en por lo menos cuatro estados del país, Puebla, Guadalajara, CDMX y Monterrey.
- Incrementar el tráfico de clientes en un 20 % en la sucursal del puerto de Veracruz durante la tarde y la noche.

Como podrás notar, los puntos de partida de cada objetivo pueden ser muy diferentes entre sí, dependerá de la fase, contexto y situación económica, fiscal y de posicionamiento en la que se encuentre tu emprendimiento.
Al redactar la filosofía de tu empresa, puede surgir la pregunta de cuántos objetivos deben plantearse. Mientras que la misión y la visión son únicas, los objetivos varían. Usualmente hay un objetivo general del que se derivan entre tres y cinco específicos. Es importante mencionar que, independientemente del número, puedan ser realizados, de otro modo dejarían de cumplir con dos de sus características esenciales: realistas y motivantes.
Después de definir la filosofía, es imprescindible darla a conocer al equipo de la empresa y, sobre todo, mantenerla a la mano para consultar y considerar en las decisiones de cada día.
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